Charlene, la princesa de Mónaco,
siempre ha sido una apasionada de la moda. Ni las tradiciones ni el
protocolo marcado por la monarquía han conseguido frenar su estilo fashionista.
Elegancia no le falta e hizo buena gala de ello durante la ceremonia posterior al Gran Premio de Fórmula 1 de Mónaco. Acompañada por su marido, Charlene deslumbró con un precioso vestido blanco, largo, palabra de honor y con una discreta raja. Junto a un maquillaje de lo más natural, la
princesa se une al blanco, el color tendencia de esta temporada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario