Cura del sirope de savia: Mito

¡Buenas tardes ladies! Mañana habría sido mi último día de la cura del sirope de savia. Lo habría sido si aún siguiera en ello, claro. Lo cierto es que solo pude aguantar cinco días de auténtica pesadilla. 

Quiero destacar que el sirope de la cura de savia no aporta toda la energía necesaria para el día a día, es absolutamente falso. A no ser que ese día a día consista en estar sentada viendo la televisión. Para que me entendáis os haré un breve resumen de cómo fue mi intento de cura del sirope de savia.

El primer día no pasé mucha hambre. Tampoco noté falta de energía. El cuerpo humano puede aguantar un día sin comida perfectamente. El martes comenzaron los problemas. Un intenso dolor se apoderó de mi cabeza. Pude hacer mi trabajo diario pero noté que la pila comenzaba a flaquear. 

El tercer día de la cura del sirope de savia estuve a punto de abandonar. Apenas tenía energía. No hace falta ni explicar que el cuarto día fue aún más duro. Muchos rumores cuentan que a partir de este día de la cura del sirope de savia el cuerpo se acostumbra a no comer y comienza a tirar a de las reservas. Según esta teoría, te sientes con más energía que nunca y no sientes nada de hambre. Mi experiencia demuestra que estos rumores son infundados.  El quinto día tenía que sacar muchísimo trabajo adelante y me encontraba prácticamente mareada, con la tensión por los suelos, así que me metí entre pecho y espalda un zumo, un café, una tostada... ¡y a tomar por saco  la cura del sirope de savia! No la recomiendo para nada. Es cierto que te sientes más ligera. Pero ¿y quién no se siente más ligera después de pasar 5 días a base de líquidos? Si estás pensando en empezar la dieta o cura del sirope de savia, no lo hagas engañada. El sirope de savia no es milagroso.

Puntuación que le doy a esta dieta: 3

¡Suspensa!